Cambio de rutina, de ambiente, de clima, de aire, de tipo de agua, de comida, quizás de zona horaria… Cuando viajas, hay muchos cambios que pueden alterar tu cuerpo. A mí antes me pegaba muy duro el jetlag, hasta me sentía un poco deprimidilla, pero aplicando lo que ahora voy a compartir contigo, he conseguido que no me afecte tanto. Aquí hay algunas recomendaciones para minimizar los efectos del jet lag y tener vuelos saludables. ¡Buen viaje!
Para el jet lag
NADH
Cuando cambio de huso horario me preparo unos tres días antes tomando un pastilla al día de NADH (nicotinamida adenina dinucleótido), Un complejo multienzimático que se produce de forma natural en el organismo y ayuda a proporcionar energía rápida para todo el cuerpo. Ayuda también a la memoria, la concentración, la estabilidad nerviosa y el buen humor.
MELATONINA
A la hora de dormir me tomo un gotero de melatonina líquida, la hormona que controla el sueño. Hay algunos preparados que además de la melatonina llevan flores dormideras como la amapola roja y la amapola de california.
Y en el avión…
CUIDA TU GARGANTA
Cuando vas en avión hay gérmenes en el ambiente, los aires acondicionados están a tope, los niveles de oxígeno son más bajos… Abrígate la garganta, ese ambiente calentito que creas protege tu sistema inmunológico y a los virus no les mola nada.
PROTEGE TUS OIDOS
El intenso ruido en las cabinas de los aviones es muy molesto. La solución, unos buenos cascos que disminuyen el ruido ambiente y con los que no tendrás que subir mucho el volumen para escuchar una película o música evitando así dolores de cabeza.
MANTENTE HIDRATADO
¡Como reseca el avión! Por dentro y por fuera. Bebe mucha agua y evita el alcohol, el café, el té y los refrescos porque también deshidratan. Lo mejor beber mucha agua, comer fruta y verdura fresca.