Caddy Adzuba nació en Bukavu, República Democrática del Congo, en 1981
- Actualmente trabaja como periodista en Radio Okapi, la emisora de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), donde denuncia reiteradamente las torturas y violaciones a las que se ven sometidas las mujeres y niñas congoleñas desde que comenzó la guerra en 1996
- Estudió abogacía en la Universidad Oficial de Bukavu
- Trabajó durante años para la organización no gubernamental Search for Common Ground (EE.UU.)
- Es miembro de la Asociación de Mujeres de Medios de Comunicación del Este del Congo
- Príncipe de Asturias a la Concordia (2014)
- Premio Internacional a la Libertad de Prensa de la Universidad de Málaga (2012)
- Premio de la Asociación de Mujeres Periodistas Club de las 25 (2009)
- Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado (2009)
- Galardón de la Federación de Sindicatos de Periodistas (2009)
Caddy Adzuba reclama la aplicación de las resoluciones 1.325 y 1.848 de Naciones Unidas, que condenan expresamente las violaciones a mujeres, niños y niñas en situaciones de conflicto armado. Ha realizado distintas alegaciones a la Corte Penal Internacional y al Senado de los Estados Unidos, denunciando las violaciones de las mujeres de la República Democrática del Congo.
“Necesitamos dos manos para escribir/ dos para acariciar/ dos para aplaudir/ y todas las manos del mundo/ para la paz”
Poema que recitó Caddy Adzuba en el discurso del Príncipe de Asturias a la Concordia 2014
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La congoleña Caddy Adzuba es abogada, periodista, locutora y una luchadora incansable por la libertad de prensa y los derechos de las mujeres en su país. Tiene como objetivo empoderar a las mujeres para que ellas mismas se conviertan en líderes y activistas de su causa. Su compromiso, marcado por la ética social y la valentía personal, ha sido reconocido a través de numerosos premios. En esta ocasión está en Madrid para recoger el Premio Optimista Comprometido con la Libertad de Prensa. Lo otorga la revista Anoche tuve un sueño, que quiere premiar a quienes desde su trabajo incansable y responsable se comprometen por el cambio social. Personas optimistas y comprometidas que luchan para mejorar la sociedad en que vivimos. Personas como Caddy Adzuba, la voz de la mujer congoleña, la periodista que, desde su micrófono en Radio Okapi, ha conseguido que la violencia sexual que sufren sus compatriotas deje de silenciarse.
Caddy es una mujer con la voz muy dulce, durante la entrevista sonríe varias veces con timidez. Se la ve cansada, hoy tiene maratón de preguntas. Y a pesar de que lleva horas respondiendo a los periodistas, sigue transmitiendo su mensaje con fuerza y determinación.
Enhorabuena por los premios, por el premio Julio Anguita, hace ya seis años…
si, en el 2009.
…por el Príncipe de Asturias de la Concordia el año pasado y ahora por el Primer Premio de Optimista Comprometido con la Libertad de Prensa. ¿Qué significan todos estos premios para usted?
¡Me dan coraje! Cuando me dan un premio, mi primera reacción es ¡“Por favor, es demasiado, estoy cansada”! Y no es que esté cansada por el premio, sino porque me exige mucho trabajo. Todo el mundo me va a observar, ¿sabes?, cuando te dan un premio, van a ver qué hago, si trabajo bien… Pero los premios son muy interesantes, me dan el valor y el coraje para continuar, me dan fuerza y cuando me voy a la cama a dormir pienso, “Caddy, no te han dado el premio por guapa o por ser reina de la moda, te lo han otorgado porque tienes un trabajo que hacer”. Debo luchar, debo llevar la voz de ciertas personas que no pueden ser escuchadas. Eso es lo que significa para mi el premio.
El Premio de esta noche lo otorga la revista “Anoche tuve un sueño”. ¿Cuál es el sueño de Caddy Adzuba?.
Sueño con que todas las mujeres, víctimas de violencia sexual, se conviertan en mujeres líderes, mujeres fuertes. Sueño, que a la cabeza de mi país, haya una mujer como Presidenta de la República. Sueño con que la mujer consiga ser autónoma, porque he comprendido que es la única vía para el desarrollo de mi país y la única vía para la paz. Algunas personas encuentran que estoy un poco desfasada y piensan que soy demasiado feminista; pero yo les digo que lo que soy es realista. Realista porque cuando veo la manera en que se comportan las mujeres, la manera en la que reflexionan, la manera que tienen de gestionar y resolver sus problemas… yo creo en la mujer y sé que es la que hace falta para mi país.
¿Se ve usted como Presidenta?
(Ríe..) No, yo no me veo como Presidenta…(Ríe..)
¿Cómo se empodera a las mujeres? ¿Qué herramientas se les puede dar?
¿Cómo llegar a empoderar a las mujeres? En primer lugar, no deberíamos hacernos esta pregunta. Porque en este planeta tenemos sólo dos sexos: el Hombre y la Mujer. Si el poder está en manos del hombre, debería estar también en la mujer. Sería un equilibrio normal. Si el hombre está en el poder hoy, la alternancia quiere que mañana sea una mujer la que esté en el poder. Pero nos seguimos haciendo esta pregunta ¿cómo dar poder a las mujeres? Claramente ha habido un desequilibrio en la naturaleza humana.
El hombre se ha apropiado del poder tratando a la mujer como a un “subhombre”. Simplemente, porque ha conseguido utilizar su fuerza física ignorando que la mujer es mentalmente mas fuerte que él. Es por eso que la mujer, hasta hoy, lucha, es por eso que espera, es por eso que soporta, porque tiene la fuerza psíquica, la fuerza interior, la fuerza moral que el hombre no tiene. La capacidad de resistencia de la mujer, supera el entendimiento del hombre. Reflexionemos en el otro sentido. ¿Y si fuera el hombre el que estuviera en el lugar de la mujer? Habría muerto, habría desaparecido hace mucho tiempo, porque psicológicamente, es menos resistente.
Así que, para dar el poder a la mujer, hace falta que ella misma se sienta capaz, que esté segura, que esté sensibilizada, que tenga conciencia de su valor, de sus potencialidades, de sus competencias. Cuando esté segura de todo esto, el hombre no tendrá que dar el poder a la mujer, será ella la que lo tomará puesto que es su derecho.
Debe ser tremendamente complicado que una mujer se empodere en condiciones de miseria y violencia, en un país en guerra
En situaciones de guerra las personas mas afectadas, son las mas vulnerables, las mujeres, los niños y las personas mayores. La situación de la mujer, tradicionalmente considerada como un ser inferior, se agrava con la guerra. Para salir de ese anclaje, lo que siempre sostengo es que la mujer se tiene que independizar. En mi país, depende de su marido y la que no está casada, depende de su familia, de su padre, de sus hermanos, de sus tíos… es dependiente al 100% del hombre en todo. Y aquí es donde está el problema. El hombre la manipula fácilmente porque es él el que le da todo. Para salir de ahí, debe comenzar a encargarse de si misma, debe liberarse de esta dependencia total. Es una situación que perdura y que la incapacita. Es una realidad que hay que intentar cambiar. Cuando llega la guerra, los hombres van al frente y mueren. Cuando la mujer ha perdido a su padre, a su marido o su hermano, las personas de las que dependía, ¿Cómo va a vivir? ¿Te imaginas? ¡Es una catástrofe! Según lo que yo he visto y he analizado sobre el terreno, es la piedra principal. Ese es el punto desde el que tenemos que dirigir nuestra lucha, el de convertir a la mujer en persona independiente. Ella debe depender de si misma, en todos los niveles. En el plano material, en primer lugar, es lo mas importante, pero también moralmente para reflexionar, sensibilizarse y para que pueda después tomar el poder.
Afortunadamente, hace cinco años que observo, que la mujer, cuando se hace cargo de si misma, consigue reflexionar mejor, ofrece mejores resultados de si misma. Tengo ejemplos concretos de víctimas de violencia sexual, que han conseguido seguir un programa de Autonomía de la Mujer, de hacerse cargo de ellas mismas y que hoy son líderes.
¿Cómo se ha logrado esto? ¿A través de grupos, asociaciones… ?
Si, exactamente, hay diferentes asociaciones que reúnen a las mujeres, que reflexionan sobre este tema, yo personalmente soy miembro de varias asociaciones. Como periodista soy miembro de la Asociación de Mujeres de la Prensa y como jurista, estoy en una asociación que lleva a cabo el proyecto de Autonomía de la Mujer, para alcanzar el empoderamiento de la mujer. No podríamos llegar a estos objetivos sin asociarnos para reflexionar y compartir los puntos de vista de unas y otras: ¿qué es lo que hay que hacer? ¿cómo salir para adelante?. Hemos conseguido organizar un grupo de mas de 150 mujeres y la experiencia ha sido magnífica, ya que nos muestra que es posible y que se pueden cambiar las cosas. Y como periodista, tenemos grupos temáticos, grupos de trabajo, que denominamos “núcleo club de escucha” donde las mujeres intentan explicar sus problemas, donde tenemos profesoras, mujeres líderes que vienen, explican y enseñan a otras cómo hacerse cargo de ellas mismas. Como te comentaba antes, hoy en día tenemos mujeres que han sido víctimas de violencia, que habían perdido la esperanza, y que ahora se han convertido en jefas o líderes de sus pueblos, o de sus barrios. Continúan teniendo nuestro asesoramiento para acompañarles en su proceso de empoderamiento.
¿Tiene ya algunas ideas de cómo se puede acabar con la violencia sistemática que sufren esta personas?
Si, la idea es clara y compartida por todos, es la Paz. El problema de la violencia sexual está estrechamente relacionado con la guerra. Hay que acabar con la guerra. Una vez que acabemos con la guerra, que es la causa, vamos a solucionar sus consecuencias. Pero de momento, estamos gestionando las consecuencias y no podemos tener unos verdaderos resultados si la causa no está erradicada. Es como cuando estamos enfermos, tenemos fiebre, nos hinchamos a paracetamoles, sólo para hacer bajar la fiebre, pero no estamos curándonos. Para sanar tendremos que hacer análisis y averiguar que tenemos una infección, que la fiebre viene de una infección, ¡tenemos que curar la infección! Esto es lo que está pasando, hay que acabar con la guerra, que es la infección, y entonces se acabará la fiebre y terminará la violencia sexual. Después nos ocuparemos de cómo hacer justicia con esas mujeres, nos ocuparemos de cómo reinsertarlas socialmente para que puedan volver a vivir su vida cotidiana. Ese es el problema, estamos intentando gestionar las consecuencias y las causas esperan a ser atendidas de una manera u otra.
“La libertad en realidad nos permite actuar y llevar a cabo actos reflexionados”
Ha sido amenazada de muerte, incluso leí que se refugió en casa de unos amigos en Granada pero a los dos meses quiso regresar a su país para seguir con su labor. ¿No tiene miedo a la muerte?
Si, hace mucho tiempo, en 2009, recibí amenazas de muerte. Y si, ¡claro que tuve miedo! Cuando estamos amenazados de muerte, el único sentimiento mas cercano y mas probable es el miedo. Pero estamos amenazados cada vez que nuestro trabajo toca los intereses de ciertas personas. Que se la a hacer ¡soy una persona que molesta! Pero por otro lado, esto tranquiliza, quiere decir que el mensaje se transmite y llega ahí donde tiene que llegar. En el trabajo de la defensa de los derechos humanos, no faltan las amenazas. Pero la amenaza que temo, no es la amenaza como defensora de los derechos humanos, la amenaza que temo es como periodista, que es la mas mortífera. Cuando eres defensora de los derechos del hombre, llegas a señalar ciertas cosas, pero cuando eres periodista, denunciamos hechos que son verdaderos, reales y es ahí que es demasiado peligroso. En nuestro país estamos atravesando un período crucial, de propaganda de elecciones, así que es un momento muy sensible, hay demasiados intereses en juego y es muy peligroso para los periodistas. La libertad de prensa, la libertad de expresión va a estar de nuevo cuestionada. Y seguro que en unos cuantos meses, van a saber del acoso a periodistas. Hay una fuerte presión. Pueden que haya asesinatos y arrestos a periodistas. Si… estamos mas expuestos en estos últimos tiempos.
Y usted sigue adelante ¿hay algo de lo que tenga miedo?
(Ríe….) Bueno, podemos decir que soy una persona….. quizás inconsciente.
¿Me podría decir cuales son sus valores mas importantes?
Para mi, los mas importantes son… en primer lugar ser libre, libre como mujer, hablo como mujer y ser humano. Un ser humano debe ser libre. La libertad en todos los sentidos, la libertad en realidad nos permite actuar y llevar a cabo actos reflexionados. Creo también en la igualdad de sexos, que son valores fundamentales y también en el libre albedrío que encuadra con la libertad individual.
Y se me permite, adentrándonos en el terreno personal ¿qué le gusta hacer en sus momentos de ocio? Si es que tiene momentos de ocio… ¿Qué es para usted lo bueno de la vida?
¿Qué me gustaría hacer?…prefiero que sea esa la pregunta. ¡Me gustaría tener un mes de vacaciones!
Pero ¿con qué disfruta?
Uf!!, Uf!!!.. durmiendo, tener mas tiempo para dormir ja ja ja. Porque ya no recuerdo cuando tuve ocho horas de sueño. Así que cuando estoy en la cama ¡soy feliz!
Tengo entendido que está casada. ¿Cómo concilia su trabajo con su vida familiar?
Estoy casada con un beninés y no tengo hijos, pero me gustaría algún día tenerlos. De momento no tengo la oportunidad, no vivo con mi marido, es trabajador humanitario también y tiene un puesto de trabajo en Gabón. Nos vemos muy poco, tres veces al año. Cuando él tiene vacaciones, yo me he ido a alguna misión… Nos damos citas en algunos lugares, “Ok, nos vemos en Madrid” ¡nos damos citas por todo el Planeta!.. Me gustaría, y esto es un deseo, vivir una vida de pareja normal.
¿Y ve cercano que ese deseo se haga realidad?
Ah! Afortunadamente, ¡Soy optimista!
Entrevista: María Talavera
Foto: Claudio Álvarez