Como si de bizcochos se tratara, la arquitecta Anupama Kundoo también hornea a fuego lento algunas de las casas que construye. Para ello, utiliza una técnica poco frecuente. En 1983 el artista Ray Meeker se encontró un manuscrito en Auroville, una población ubicada a diez kilómetros del municipio de Puducherry en India. Escrito en farsi, el documento revelaba el procedimiento para construir in situ una casa de barro, un método que había sido desarrollado inicialmente por el arquitecto iraní Nader Khalili. De este modo está construido el hogar para niños sin casa Volontariat de Pondicherry, uno de los experimentos más inusuales y radicales de Kundoo.
Con carbón y arcilla, sin necesidad de madera, se hace un fuego dentro de una estructura abovedada levantada de barro que funciona como un horno y que será de hecho el propio muro de la vivienda. Durante tres o cuatro días se somete la estructura a 960 grados centígrados hasta conseguir que la casa quede horneada y resistente. En el interior se cuecen además ladrillos y azulejos que serán utilizados para completar la construcción. Un proyecto social que se caracteriza, como todas las obras de Anupama Kundoo, por su enfoque en la investigación de materiales y la experimentación hacia una arquitectura de bajo impacto ambiental, que se ajuste al contexto socioeconómico y sea sostenible en todos sus aspectos. Una arquitectura socialmente comprometida, artesanal y de kilómetro 0.
¿Que es para usted la arquitectura?
Es diseñar espacios para habitar, en el sentido más amplio de la palabra. Al igual que las abejas y las hormigas requieren de casas, los seres humanos también necesitan protegerse del clima y un lugar donde poder realizar sus actividades. Así que para mí la arquitectura es una profesión muy básica para proveer de refugio a las personas. Vivimos ahora en un mundo donde la gente está aburrida, necesitan siempre cosas nuevas, surgen nuevas modas, miran solo la superficie de los objetos, el color, las formas, los materiales… creo que el reto real del diseño arquitectónico es crear los espacios donde no hay nada. Como una tetera vacía que es útil para nosotros porque podemos rellenarla de té. Lo mismo tiene que suceder con las viviendas y los espacios públicos. La cosa más importante en arquitectura es el espacio, no los materiales. Los materiales son importantes de una manera indirecta pues sirven para capturar el espacio que es libre, ¡el aire no cuesta nada!, así que el material debería ser cualquier cosa, no tiene por qué ser caro, ni dañar el medioambiente. El espacio tiene cualidades físicas, algunos espacios son demasiado altos, otro demasiado bajos.. pero también pueden crear un estado de ánimo, una sensación de armonía. Desde pequeña he sentido que los espacios tienen una influencia en tu estado de ánimo e influyen en tu comportamiento. Si vives en un espacio respetuoso, actuarás de manera respetuosa. El espacio tiene ese poder y si trabajamos con él, podemos ser mas efectivos. La arquitectura debería fomentar y estimular la buena vida dentro de esos espacios. Estás construyendo edificios pero en realidad estás construyendo vida. ¿Cual es el uso de un edificio si está muerto, si no hay vida dentro? No solo en la arquitectura, sino también en otras muchas profesiones, se ha perdido el sentido relevante de contribuir a la sociedad, de mejorarla.
Lleva más de veinte años dedicada a la arquitectura, ¿cómo ve su evolución desde que montó su estudio hasta ahora?
Si, este año cumplo 25 y desde que empecé muchas cosas continúan siendo las mismas. Mi evolución viene más de las experiencias vitales, de los viajes que he hecho, de vivir en varios países. Creo que ahora tengo mejores habilidades, más experiencia. Puedo desarrollar los mismos ideales con más herramientas.
¿Y cuales son esos ideales?
Cuando empecé a estudiar arquitectura me di cuenta que mientras desarrollaba mi carrera podía al mismo tiempo contribuir a la sociedad. Nací y crecí en India, un país con pocos recursos, y allí vi que existían muchas dificultades. Esto ha marcado mi trabajo, lo que hago y por qué lo hago. Creo que mi profesión, como la de médico o economista, puede favorecer a reducir los problemas de la gente. He tratado siempre de usar mi conocimiento y capacidad para imaginar un mundo mejor. No he perdido la esperanza y sé que puedo ayudar. Al diseño no tiene por qué acceder solo una sección de la sociedad con recursos. Hay gente que ni siquiera puede vivir en una casa, no puede permitírselo. Creo que tenemos una obligación. La arquitectura es una responsabilidad social.
Cómo tendría que ser la vivienda social
No debería ser una segregación social ni ser concebida como algo para separar y alejar a los pobres. Es para toda la sociedad. Todo el mundo debería tener derecho a una casa y a instalaciones decentes, y no debería ser solo el problema de la gente pobre. Estamos haciendo el estándar de las casas muy caras. Necesitamos una profunda reflexión sobre la vivienda. Si la vivienda no es para todos, no es aceptable.
Hábleme de los principales valores en su trabajo
Para mí un buen diseño es invisible. No puedes explicar exactamente que es lo que lo hace bueno, lo sientes. Es como decir ¡la comida estaba increíble! Pero no por el perejil, la cúrcuma o el ajo, por todo… la síntesis es lo mas importante. Uno de mis valores es integrar el pensamiento. Pensar de una manera holística. La arquitectura es la ciencia o el arte que trata de la síntesis y la armonía de todas las cosas que la componen. No es sobre una elección de un material en particular o una forma determinada, es eso también pero es mucho más. La innovación, experimentación e investigación es esencial en arquitectura y en todas las profesiones. Nuestros proyectos tienen que realizarse con todo el conocimiento del contexto social, político, económico y medioambiental donde se vaya a ejecutar. Solo así se podrán tomar las decisiones más adecuadas. Cuanto mas informada estés, más valores reflejarás en tu trabajo. Vivimos en una sociedad con crisis económica y enormes problemas medioambientales y sin embargo muchos arquitectos huyen de esta realidad diseñando cosas superficiales sin tener en cuenta el contexto.
¿Ha rechazado clientes o proyectos por defender sus valores?
He rechazado algunos proyectos y hay clientes que me han rechazado. No hay que hacer cosas a la desesperada para no perder un cliente. Hasta ahora nunca he tenido que aceptar un trabajo que fuera en contra de mis valores. No hay nada que mereciera la pena ganar comprometiendo mis valores. Honestamente, nunca he aceptado un trabajo solo para conseguir dinero, ni siquiera cuando estaba en dificultades financieras. Pero yo no hablaría de rechazo. Si voy a hacer una película y hago un casting, elegiré los actores que más me encajen en la historia, y no por eso estoy rechazando al resto. Todos los proyectos que he hecho hacen que mi portfolio sea de una manera y no de otra. Cada cosa que uno hace crea un camino.
¿Que es para usted la belleza?
La belleza es algo muy importante. Es algo que trasciende lo banal. La belleza tiene la capacidad de evocar una consciencia más alta. Es una parte esencial de una buena vida. En los últimos años nos hemos estado comportando como si la belleza fuera algo superficial, así que incluso la gente se siente un poco culpable al hablar sobre la falta de belleza en los entornos. Pero la belleza es algo muy profundo, es elegancia, gracia, cultura… Tengo un amigo en Japón que me contó que allí hasta las bolsas de basura se anudan con cuidado, con arte. La belleza es consciencia. Si los arquitectos creamos un cierto tipo de belleza en un sentido profundo, podemos ayudar a sacar a las personas de la miseria. Si estás en un espacio bello puedes sentirlo automáticamente. Es poderoso, te mueve, no puedes dejar de notarlo o que no te importe. La belleza atrae al espíritu como los girasoles son atraídos por el sol.
¿Qué o quién le inspira?
Mucha gente, y no solo arquitectos ¿sabes? Pensadores, artistas…mucha gente buena. Personas que sintetizan ingeniería y arquitectura y utilizan materiales de manera eficiente. Personas que tratan de buscar soluciones a la vivienda. Me inspira gente que refleja un estilo de vida con valores e integridad. Y mi inspiro también cuando veo cosas en el mundo que no me gustan y entonces mi imaginación se pone en marcha: ¿cómo podría ser esto? ¿que puedo hacer yo?
Su arquitectura se puede decir que es “hecha a mano” pero lo artesanal en muchos países es un lujo. ¿Como puede competir este tipo de trabajo artesanal con todo lo industrial?
En España hay una gran tradición artesanal. Incluso en Madrid, donde ahora vivo, se puede comprar en San Isidro cerámica por 5 o 6 euros… La primera razón por la que mi trabajo es hecho a mano es porque así es como funciona en mi país. Yo me siento más rica cuando las cosas las puedo hacer con las manos en vez de con una máquina. Si voy a hacer mi propio pastel casero y no me gustan las fresas, puedo poner la fruta que yo quiera. Si compro materiales estándar tengo que contentarme con lo que hay. En el mundo de la moda por ejemplo existen 3 tallas: la “s” la “m” y la “l”. Si hay alguien que no encaja en ninguna de estas tallas cree que hay algo erróneo en su cuerpo, y no piensa que la gente que diseña estas tres opciones está actuando solo sobre su propia conveniencia y es demasiado estrecha de mente. Sucede así en arquitectura y en todo. He vivido mucho en el mundo occidental y para mí el problema no es la industrialización sino la sobre estandarización. No hay que generalizar. Es bueno que las máquinas sean robots pero la cosa es que la gente se está convirtiendo en robots. La tecnología es solo una herramienta y lo peligroso es que nosotros nos convirtamos en una herramienta. Ahora hay programas de ordenador que dibujan geometría, calculadoras que resuelven todos los problemas… nuestras casas, nuestros teléfonos son cada vez más inteligentes pero nosotros no. Estamos usando todas estas herramientas de manera tan excesiva que ya no tenemos que hacer nada y en el proceso, la gente está perdiendo el conocimiento de hacer las cosas por si mismos. Creo que esto no es progreso, es degeneración.
Se ha dedicado a la docencia durante muchos años en Nueva York, Londres, Berlín, Brisbane, Barcelona… y actualmente es Profesora en la Escuela de Arquitectura y Tecnología de la UCJC (Universidad Camilo José Cela) en Madrid. ¿Cómo entiende la educación?
Una cosa importante en la educación es aprender a aprender. El problema de la educación pasada de moda es que se piensa que los estudiantes no son listos y hay que llenarles de contenido. Los profesores deberíamos ser facilitadores de la metodología de búsqueda y pensamiento. El contenido vendrá entonces cuando el alumno empiece a cuestionarse. La educación viene con la curiosidad y si no despertamos esa curiosidad, no va a haber nuevos descubrimientos.
Entre sus proyectos, las clases, los viajes, las conferencias…, ¿Tiene algo de tiempo libre?
Tengo dos niños, así que ¡no tengo tiempo libre! Cada año planeo tener algo de tiempo pero nunca tengo éxito. Antes de tener niños siempre paraba de trabajar a las 5 de la tarde para no hacer nada y tener tiempo para la vida espontánea no planificada. Me encanta no hacer nada, porque es entonces cuando las buenas ideas surgen.
BIO
– Anupama Kundoo nació en 1967 en Pune, India. Actualmente vive en Madrid.
– Se diplomó con honores en 1989 en la Sir J.J College of Architecture de la Universidad de Bombay.
– Con 23 años, en 1990, fundó su estudio de arquitectura en Auroville, India.
– En 1996 obtuvo una Beca de Investigación de la Vastu Shilpa Foundation.
– En 2008 finalizó su Doctorado en la Technische Universität de Berlín.
– En el 2012 participó en la XIII Bienal de Arquitectura de Venecia 2012, comisariada por David Chipperfield, y que consistió́ en la reconstrucción a escala real de su proyecto “Wall House”
– En 2013 recibió́ una mención de honor del premio internacional ArcVision- “Women and Architecture”
– Ha sido reconocida como Arquitecto del año y Arquitecto del Futuro en India en los años 1999, 2000, 2001 y 2003 y en 2015 el mejor proyecto comercial NDTV en la India para Samskara Made in India
– Es autora de “Roger Anger: Research on Beauty/Recherche sur la Beauté, Architecture 1958-2008”
– Ha enseñado en la Architectural Association de Londres, la Technische Universität Berlin y Darmstadt, la Parsons New School of Design de Nueva York, la University of Queensland en Brisbane, la Università luav di Venezia y en la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de Barcelona.
– Desde septiembre de 2014 da clases en la Escuela Superior de Arquitectura y Tecnología de la Universidad Camilo José Cela de Madrid.
Entrevista: María Talavera
Foto: Christian González