Para sobrevivir, en los tiempos de las cavernas, el ser humano desarrolló el gen ahorrador, que contribuye a que nuestro metabolismo acumule la mayor cantidad posible de grasa en el cuerpo, pudiendo tirar de las reservas en los momentos de escasez. Nuestro cuerpo está diseñado para almacenar la máxima cantidad de energía, con la mínima cantidad de comida. Y este es el resultado de la evolución de la humanidad.
Junto con el gen ahorrador, está el gen rejuvenecedor (sirtuina) y que solo se activa cuando se pasa hambre.
Según el Dr. Yoshinori Nagumo, autor de Un día, una comida, necesitaríamos miles de años para adaptarnos a la abundancia a la que hoy en día estamos acostumbrados y piensa que el cuerpo del ser humano actual no puede gestionar un estomago lleno. En Japón, desde la antigüedad, se ha dicho que el secreto de la salud es comer solo hasta el 80% de nuestra capacidad, es decir, quedarse siempre en todas las comidas con un poco de hambre. Nagumo dice también “Cuando nuestro organismo va pasando hambre, activa progresivamente la fuerza vital y eso produce un efecto rejuvenecedor”.
De acuerdo a su teoría, pasar hambre no es solo la clave de la salud, sino también la del rejuvenecimiento.
Gracias María, lo has explicado fantásticamente.
Yo quería abundar un poco en la referencia que has realizado a la tradición en Japón relativa a quedar siempre con apetito. En nuestra tierra también es tradición y así nos lo dejó dicho el doctor Grande Cobián, que mantenía que había que comer en plato frutero. Y mucho más bonito nos lo dejó escrito don Miguel de Cervantes en El Quijote, pues en el capítulo de los consejos de Don Quijote a Sancho para cuando gobernase la Ínsula de Barataria le recomendó lo siguiente: “Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago”.
Leeré el libro del doctor Nagumo porque me parece interesante y puede ser una solución a la gente que, como yo, sabe comenzar a comer pero no sabe parar de hacerlo. Está claro que si conseguimos reducir el número de ingestas reducimos también el aporte diario de alimentos a nuestro maltratado organismo.
Que buen aporte Gregorio, muchísimas gracias!
Hola María, tras escuchar tu video me recuerda mucho al modelo de alimentación del ayuno intermitente. Crees que está relacionado?
Un saludo y enhorabuena por la web!
Hola Raúl, gracias por tus palabras. La propuesta central en el libro de este doctor, es comer una sopa y un plato abundante y completo al día. El libro la verdad es que no me ha entusiasmado, pero si algunos conceptos como el que he compartido. Yo practico con regularidad un ayuno que me va muy bien. Consiste en no comer nada desde la última comida hasta las 10 de la mañana del día después, es decir, estar sin ingerir alimento sólido durante aproximadamente 18 horas. Aprovecho a hacerlos los domingos, para descansar de algún exceso del fin de semana.