“Mejora el riego sanguíneo, el sistema inmune, la memoria y la concentración. Favorece la función renal, previene la diabetes, el reumatismo, los trastornos gastrointestinales, combate los catarros crónicos, la depresión y la ansiedad, alivia la tensión muscular, regula la presión arterial…”. No estamos hablando de ninguna poción mágica, ni de una píldora milagrosa, la práctica regular del yoga reporta todos estos beneficios, al mismo tiempo que nos lleva a un estado de quietud y bienestar.
Tengo que decir que empece Bikram yoga hace tres meses y que mis contracturas musculares mejoraron desde la cuarta clase. La verdad que me siento mucho mejor y aunque parezca duro, poco a poco vas adaptadandote y haciendo mejor las posturas. Estoy contentísima de haber logrado quitarme el tigre que tenía colgado en la espalda, jajaja.